Recordando al poeta de la Llanura......

Se crea este Blog, con el trabajo conjunto de los hijos y familiares del Poeta de Camaguán, quien dedicó su vida, aún fuera de su terruño, al estudio e investigación de su historia, tierra y costumbres, en una constante lucha para mantener vivas sus raíces y tradiciones. Germán Fleitas Beroes, plasmó en sus libros y escritos, su voluntad y esperanza de que su obra no quedara en el olvido, pues había mucho de Venezuela en ella. Amó su país y amó el rincón de suelo en el que nació y se esforzó en sembrar la identidad nacional a través de su pluma. Por eso, hoy sus hijos y familiares, juntamos nuestros recuerdos para crear esta página en honor a un venezolano auténtico.

Damos disculpas a nuestros lectores pues nuevamente está presentando fallas el reproductor LISTENGO, lo cual impide escuchar los audios subidos en dicho programa. Trataremos de solventar a la brevedad dicho inconveniente.

viernes, 14 de febrero de 2014

Especial Bicentenario La Batalla de Pantanero y la Libertad…pero no tanto



Especial Bicentenario
La Batalla de Pantanero y la Libertad…pero no tanto
Miércoles, 12 febrero 2014
Por Editor Redacción - El Clarín

Fuente Germán Fleitas Nuñez | En La Victoria siempre se pelea dos veces y hasta más. En 1812, después de su derrota, Monteverde reataca para ser derrotado nuevamente. Igual pasa en 1814. El 13 de febrero Boves reataca por Pantanero, la entrada sur del pueblo, en busca de una nueva derrota.

Vicente Campoelías y José Jugo comandan cuerpos de infantería y caballería respectivamente. El contacto se produce al amanecer del domingo en el cerro y en el camino que conduce a Zuata. Esta vez la derrota es más rápida y en su huida, los enemigos dejan armamento, artillería, municiones, equipaje, madrinas de caballos y ganado en pie.

Las fuerzas patriotas pierden a un Capitán del Batallón de Valerosos Cazadores; a quien la muerte había respetado por mucho tiempo. Al de cien batallas que en Araure con ochenta soldados tiene la osadía de atacar al ejército combinado de Yáñez y Ceballos, compuesto de tres mil hombres. Era tocuyano y se llamaba RUDESINDO CANELON.

Libertad si…pero no tanta

Ribas era un revolucionario. Comprendió desde un principio que no bastaba con la independencia sino que hacía falta además una revolución. Pertenecía a la alta aristocracia terrateniente pero eso no le impidió presentarse el 19 de abril como representante… de los pardos. Usaba un gorro frigio, símbolo de los revolucionarios más radicales. En los albores de la Primera República encabeza una rebelión de negros y esclavos y luego se encarga de dirigir manifestaciones populares que provocan su expulsión del país. Lucha desde un comienzo por la abolición de la esclavitud y en esto se adelanta al propio Libertador. Su actitud antiesclavista fue rechazada por muchos “revolucionarios” de su época. No hay que olvidar que algunos de los libertadores seguían teniendo esclavos hasta 33 años después de la Batalla de Carabobo y 44 años después del 19 de abril.

Consciente de que había que incorporar a las grandes masas populares a la lucha, Ribas solicita que el ejército de estudiantes, seminaristas y soldados que lleva a La Victoria, sea reforzado con trescientos esclavos de los que se encuentran en Caracas.

Así lo solicita al Cabildo. El catorce de febrero, cuando todavía no se han apagado los fuegos en nuestra ciudad, el ayuntamiento resuelve negar la solicitud en los siguientes términos:

“La municipalidad ha meditado sobre el proyecto que propuso el señor gobernador militar de remitir a reforzar nuestro ejército de La Victoria el número de trescientos esclavos de los que se hallan en esta capital, y ha recordado dos razones poderosas que impiden se lleve al cabo esta medida.

Uno de nuestros comandantes del llano para contrarrestar al mismo bandolero Boves, que con esclavos alhajados con el cebo de la libertad había aumentado su pandilla, se resolvió a usar de algunos esclavos convidándolos a que se incorporaran en nuestro ejército bajo la promesa de la libertad.

Esta determinación, de que posteriormente dio parte el comandante a su excelencia el Libertador, fue absolutamente desaprobada por este supremo jefe. Creemos, pues, que aún no haya variado de este modo de pensar y que del mismo esté el señor comandante general que manda el ejército de La Victoria, pues si no fuese así habrían ya aquellos jefes usado de los esclavos que hay en el partido de Valencia y de los que hubiesen podido de los valles de Aragua.

No sabemos que hasta ahora se haya tocado esta medida, la cual tiene también otros varios inconvenientes como es el de que los demás esclavos, acaso creyendo que sus compañeros que marchen al ejército van a obtener su libertad, aspiren a esto mismo y de aquí resulte se disgusten y piensen en ir a buscar el ofrecimiento casa del enemigo. Estos fundamentos nos obligan a decir a vuestra señoría que conviene más echar mano de todos los hombres libres que todavía no faltan en esta capital y sus pueblos inmediatos, absteniéndonos por ahora de adoptar la medida expresada, en el concepto de que este cuerpo, es decir, todos sus individuos se ofrecen al gobierno para salir al ejército siempre que se estime necesario. Vuestra señoría hará de estas observaciones el uso que crea conveniente a la salvación de la patria, que es el principal y único interéz de esta corporación. Dios, etcétera. Caracas, catorce de febrero de mil ochocientos catorse”.  

Prefirieron los ilustres cabildantes ofrecerse como soldados antes que correr el riesgo de enviar a los esclavos. Pensarían que buena es la libertad…, pero no tanta.

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